“No se preocupen por el día de mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.” Mateo 6:34 PDT
Hoy en la mañana repasé todas las cosas que debía concluir, algunos reportes, juntas para acordar otras juntas, auditorias por planear, la comida de hoy, la de mañana, el dinero que se acaba, el tanque de gasolina que hay que llenar de nuevo, la depuración que tengo pendiente del viejo librero del pasillo, los pendientes que siempre quiero terminar el fin de semana, las deudas que aún no tengo pero que sé que llegarán a lo largo de los próximos 6 meses... y más!; de repente, mi esposa me dice... “estás enojado?” - no - “solo tengo sueño” - y ella preocupada me contesta “te faltan vitaminas, no es normal ese tipo de sueño”
Seguramente te ha pasado, como a mi, que te vas a dormir y despiertas exactamente con el mismo pensamiento de preocupación e incertidumbre. Sin embargo, la biblia dice: “no se preocupen por la comida ni por la bebida(...), ni tampoco por la ropa que se van a poner. (...) las aves del cielo, no siembran ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros. Sin embargo, su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, va a añadir una hora a su vida?” (Mateo 6:25-27)
Cuando pienso en este pasaje, recuerdo que cuando éramos niños mi mamá solía decir en cada comida: “gracias a Dios hoy tuvimos que comer, mañana quien sabe”, y aunque para algunos esta declaración podría significar una falta de confianza en Dios, para mi significaba una declaración poderosa de fe, porque cada mañana traerá sus propias preocupaciones y será Dios mismo quien las suplirá.
Hoy quiero animarte a vivir un día a la vez y dejar todas esas circunstancias que te causan angustia en las manos de Dios, de modo que no solo recibas paz sino que te de las vitaminas que te hacen falta (y la habilidad) para sobrepasar cualquier debilidad y falta de ánimo.
No permitas que nada apague la dicha de vivir un día mas!
