En esta vida todo tiene su momento; hay un tiempo para todo” Eclesiastés 3:1 TLA
Cuando hablamos de establecer #prioridades siempre es complicado dar una justa medida a cada uno de los aspectos de nuestra vida, principalmente si se trata de nuestra familia, esposa, hijos, trabajo, hermanos y así hasta llegar a la pregunta básica de "en qué lugar debe estar Dios?"
En estricta teoría bíblica, Dios debería ocupar el número uno de nuestras prioridades, debería ser lo más importante y más sobresaliente de nuestro día a día. Pero qué significa esto? Si siguiéramos al pie de la letra este mandato (amar a Dios con todo nuestro corazón, fuerza, alma, mente…) entonces significaría que debemos dejar todo, absolutamente todo, por dedicarnos a evangelizar, servir en la iglesia, salir de misiones, etc.? Pero, y mi trabajo? Y mi vida?... Y mi familia!
El gran error que muchos cometen es que en verdad intentan dejar de lado todo a cambio de una relación estrecha con Dios lo cual, en esencia, no está mal, pero justamente por eso se llaman prioridades, porque todo tiene un orden y un deber ser.
Y aunque Dios es un Dios de orden y nos ha pedido en repetidas ocasiones que meditemos en su palabra y que caminemos junto a Él, también nos ha mandado establecer tiempos para todo.
Por eso, aquí enumeramos 5 puntos clave que te podrán ayudar a fijar tus prioridades:
1. No te empeñes en seguir haciendo lo mismo para recibir resultados diferentes.
Si lo que estás haciendo te ha traído problemas familiares, económicos y vives preocupado y angustiado todo el tiempo, déjalo, de verdad eso no es una prioridad; cuando pones orden en tu vida esta resulta más plácida y llevadera, te hace prosperar, crecer y madurar.
2. El cambio que ha nacido en tu mente lo puso Dios pero debes intentar algo diferente.
¿Hace tiempo que la idea de un cambio te está dando vueltas y vueltas en la cabeza y no puedes llegar a hacerlo porque debes cumplir primero con tus otras prioridades? Por favor, vuelve a leer el punto número 1, y después echa a andar ese cambio. Ten por seguro que si está en tu mente es porque Dios quiere que actúes.
3. Dios hace milagros, pero no cumple caprichos.
Hablando de actuar, es importante que sepas que Dios hace milagros, pero no cumple caprichos y mucho menos le gusta la pereza; por eso, aun cuando pases horas y horas en "comunión" con El, recuerda que hay un tiempo para todo, y sí, quizás es tiempo de que actúes, ponte a trabajar que los milagros no suceden por magia.
4. La familia tiene un lugar primordial.
Habla con tu familia, considera las necesidades de los demás alrededor de tu vida, quizás ellos piden a gritos que los voltees a ver y desean ser una prioridad en tu vida; creme, Dios estará orgulloso de ti cuando los pongas en el lugar que Él ha dispuesto para ellos.
5. Resuelve lo necesario para corregir lo urgente.
Has una lista de lo que es urgente y lo que es necesario. Si un tema ha llegado al grado de ser urgente no lo vas a solucionar, así pases las 24 horas dedicado a Dios. Mejor dedícate a lo verdaderamente necesario, la mayoría de las veces las soluciones de lo necesario resuelven lo urgente.
Y Dios, dónde queda? Esa no es una opción, Dios es tu prioridad número 1, simplemente es cuestión de dar orden y un peso adecuado a cada tema, empieza de poco en poco, primero el 1 y luego el 2, pero siempre el 1 primero; cuando antepones a Dios sobre cualquier cosa lo demás se da solo. A poco no es simple?
Piensa en esto.
1. ¿Sabes cuáles son tus prioridades? Échale una mira a tus estados de cuenta y agenda ¿representan adecuadamente tus prioridades?
2. Pon en practica lo siguiente: pasa al menos un par de horas con tu familia para decirles cuanto los amas, hazlo parte de tus hábitos.
Escríbeme si quieres que platiquemos al respecto: iglesia.retorno@gmail.com
Quizás te interese conocer más acerca de cómo fijar prioridades y tomas las deciciones correctas; no te pierdas la serie "Las 7 decisiones más importantes de tu vida" puedes verla aquí: